Mi experiencia con la lactancia materna
Ya han pasado más de 2 meses desde que nació nuestro bebé y he pensado que es un buen momento para que os cuente como está siendo mi experiencia con la lactancia materna. Empecemos por el principio…
Antes de quedarme embarazada y durante mi embarazo tenía una cosa muy clara: No quería dar el pecho. La idea no me atraía en absoluto, ni lo más mínimo, es más, no quería ni oír hablar del tema. Al contarlo, algunas personas se extrañaban mucho o ponían mala cara, como si estuviera diciendo una barbaridad. En mi opinión, se trata de algo muy personal y la madre es quien tiene que decidir si quiere hacerlo o no. Esto es sagrado. No vas a ser una mala madre por decidir no hacerlo, en absoluto. Quien no sea capaz de respetar eso, más vale que se guarde su opinión, ¿No os parece?
No obstante, antes de descartar nada, es mejor informarse bien.
En mi caso, en cuanto vi a mi hijo por primera vez, sentí un fuerte deseo de alimentarlo de forma natural. Es algo que no puedo explicar, simplemente se me despertó el instinto y todos los miedos que podía tener, simplemente desaparecieron. Mi hijo se “enganchó” al primer intento, fue mágico ver que él solito empezó a succionar desde el minuto 0 y me sentí muy afortunada. Gracias a ello, mi bebé pudo beneficiarse del calostro, el primer alimento y la primera inmunización que además cubre las primeras necesidades alimentarias de sus pequeños órganos, que aún no están maduros. Por lo general, dos o tres días después suele bajar la leche.
No tuve ningún problema para que bajara la leche y los primeros días todo iba bien, no obstante, cuando llevábamos un par de días en casa empecé a notar que el bebé se quedaba con hambre después de amamantarlo y aquello me generó una gran frustración. Lo consulté con mi comadrona porqué empecé a estar algo desesperada. Sentí un poco de fracaso al pensar que tendría que pasar a la leche de formula por no poder alimentar a mi hijo exclusivamente con el pecho. Finalmente, y tal y como iban las cosas pasamos a la lactancia mixta, a la que me acostumbré rápidamente porque veía que el bebé estaba mucho más tranquilo y saciado. ¿Y qué pasa si te ves obligada a cambiar a la leche de formula o sencillamente decides hacerlo por la razón que sea? ABSOLUTAMENTE NADA. A partir de ahí todo han sido maravillas, excepto algunos días en los que sufrí un poco a causa de una herida en el pezón que me dolía mucho. No sé qué hubiera hecho sin las pezoneras de silicona que, por cierto, os recomiendo al 100%. Para los biberones escogimos los de la marca MUM. Nos gustaron porque se pueden desmontar por abajo, lo que facilita el lavado y además tienen un sistema anti cólicos que nos ha funcionado muy bien. En cuanto al chupete, nunca lo hemos necesitado hasta el momento y no recurriremos a él a menos que sea estrictamente necesario. En cuanto a la leche, nos recomendaron Nan OptiPro de Nestle como una de las mejores. El bebé la toleró muy bien desde el primer día, aunque existen muchas marcas en el mercado.
Sobre la lactancia a demanda…. Os puedo decir que yo la he practicado, es genial, pero la verdad es que descontrola completamente los horarios, debéis concienciaros de ello. La leche materna sacia menos por lo que el bebé la demanda con mayor frecuencia.
Mis conclusiones:
- La decisión de dar el pecho es solo vuestra y vuestro entorno debe respetarla, sea cual sea
- No todos los días serán iguales, habrá de todo
- La hinchazón extrema solo es cosa de los primeros días, si es que llega a suceder
AQUÍ OS DEJO LOS ENLACES DE TODO LO QUE OS HE MENCIONADO POR SI QUERÉIS MÁS INFORMACIÓN:
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