Mis primeros ocho meses como madre

¿En qué momento han pasado todos estos meses? Es increíble. Hace nada estábamos imaginando qué cara tendría nuestro bebé al nacer… ¡y ahora él ya está comiendo papilla! El tiempo pasa deprisa de cualquier modo, pero la sensación es mayor cuando tienes un bebé. Personalmente, creo que he cambiado, y lo he hecho en más de un aspecto. Recuerdo las primeras veces que salí a la calle con el bebé después de que naciera. Tenia mucho miedo de que le pasara cualquier cosa, solo deseaba protegerlo. Ahora se ha convertido en un bebé curioso que desea tocar todo lo que ve y explorarlo con su boca. Responde a las sonrisas, es despierto y atento y cada día nos sorprende con sus pequeños grandes logros.

En lo que respecta a mí, echando la vista atrás veo que durante todos estos meses me he dedicado en exclusiva a cuidar de mi hijo sin ser consciente de que he hecho algo que me juré a mi misma que no haría. Dejarme.

A ver, no es que me haya “dejado”, literalmente, pero sí que hay cosas que he dejado de hacer con la rigurosidad con la que las hacía antes. Un ejemplo, ¡el otro día fui a hacerme una higiene dental después de casi dos años! Para mis estas higienes son sagradas y jamás me había saltado ninguna y entre la pandemia, el embarazo, el nacimiento… Lo había dejado aparcado por completo. Salí de la clínica dental contenta y radiante y pensé: ¿Por qué demonios he tardado tanto en venir?

Ha habido días que me he sentido desbordada entre el trabajo, la casa, el bebé… Y tenía la sensación de que no quedaba tiempo para mí. Pero se trata de un sentimiento contradictorio porque, por otro lado, pensaba, ¿en qué puedo invertir mejor mi tiempo que estando con mi hijo? “En nada” es la respuesta.

Con esto quiero decir que, no existe una forma perfecta de ser madre, tu hijo te querrá incondicionalmente seas como seas, simplemente hay que pensar que el tiempo pasa deprisa y que los besos y los abrazos que le des a tus hijos no tienen precio y nunca te parecerán suficientes, así que disfruta de cada uno de ellos como si fuera el ultimo. Eso es exactamente lo que yo hago y cada uno de esos instantes me saben a gloria. Si, necesitamos atender al trabajo, pero la familia siempre será lo primero. Nuestra familia de 3, abuelos, tíos, primos y amigos, más algunos peludos que caminan por casa son el presente y el futuro, lo único importante.

Simplemente he querido hacer esta reflexión porque observo a mi alrededor que muchas personas viven deprisa, esperando el día tal. Ese día es hoy y el hoy, es la vida. ¡Vívela, disfrútala, siéntela!

Creo que la maternidad me ha cambiado, ahora nuestras prioridades son distintas, el día a día es más intenso, jamás aburrido, los temas de conversación son otros, los horarios son algo más rígidos. En definitiva, nuestra vida ha cambiado, nosotros hemos cambiado.

-Anna-

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