La vida lenta y el cuidado personal que te harán ser más productivo

¿Por qué tomarse un tiempo para uno mismo es la mejor inversión?

La productividad. Ese tema que siempre está presente en nuestras vidas. ¿Es algo malo? No. Desde la antigüedad, la productividad de las gentes durante la época estival era la clave para sobrevivir al largo invierno. Ser productivo significaba sobrevivir y llegar viene a la siguiente primavera.

Ser productivo en nuestra época actual no es algo malo. Tener objetivos y plazos nos permite cumplir con nuestras tareas, hace más fácil la cooperación con los demás y hace que valoremos nuestro tiempo y nuestro trabajo.

No obstante, es importante equilibrar esa necesidad de ser productivo con los principios de la vida lenta o slowlife: tomarnos el tiempo necesario para ser conscientes, disfrutar del momento presente y procurar que nuestra productividad no se produzca a costa de nuestro bienestar. Al integrar estos principios a nuestra vida, podemos hacer que nuestra productividad sea más sostenible y significativa.

En 2021, cuando me convertí en madre por primera vez, mi vida dio un vuelco impresionante así que tuve que aprender a ser más organizada y productiva ya que las tareas diarias se multiplicaban. Tener una lista de tareas relacionadas con el trabajo, con la casa mientras atendía a mi bebé fue la razón fue la clave para no volverme loca. Al recordar esos primeros meses veo el valor de poder concentrarme y completar las tareas sin demoras ni pérdidas de tiempo innecesarias.

Como ocurre con muchas cosas en este mundo, la productividad a menudos se lleva demasiado lejos, sin respetar la necesidad de descanso físico y mental de las personas y el hecho de que nada en la naturaleza es productivo los 365 días del año. La naturaleza descansa todo el invierno, pero se espera que los humanos estemos a nuestro máximo rendimiento durante todo el año, lo que nos convierte en parta de la “cultura del ajetreo” a la que nunca nos inscribimos…

Creo que ahí es donde surge el “problema” de ser productivos: nuestra lista de tareas pendientes no termina cuando salimos del trabajo. Nuestras casas necesitan limpieza, nuestros cuerpos necesitan ejercicio, tenemos una cita en otra ciudad o tu hijo asistirá a una fiesta de cumpleaños mañana. Como mujeres, tenemos la clara tendencia a poner a todos y a todo lo demás por delante de nuestras propias necesidades. Creo que esta naturaleza solidaria esta intrínsicamente unida a nuestro ADN, ello nos convierte en madres y esposas maravillosas.

Seguro que más de una vez has oído el dicho “No se puede beber de una taza vacía”. La mayoría de nosotras sabemos bien lo importante que es nuestra salud y cuidado personal, sin embargo…es muy fácil dejarlo pasar.

Lo cierto es que un tú feliz, descansado y saludable puede dar más al mundo, en especial a las personas que más te importan. A continuación, cito una lista de razones por las que el descanso y el cuidado personal no son solo una cuestión de mimarte, sino de la salud física y mental, ayudándote a conseguir ser la mejor versión de ti mismo. Adoptar los principios de la vida lenta: priorizar la calidad sobre la cantidad, estar presente en el momento y cultivar una conexión profunda contigo mismo te será de gran ayuda para crear el equilibrio en la vida que todos necesitamos.

Vuelve a consultar la lista queda vez que tengas dificultades, léela de nuevo las veces que haga falta, porque cuidarte a ti mismo es productivo y te convierte en una mejor persona.

1. El descanso recarga tu energía

No es solo nuestro cuerpo el que necesita descanso y energía, nuestro cerebro también. Estar cansado sin un descanso adecuado durante un período prolongado de tiempo puede provocar dolores de cabeza, falta de concentración, reflejos y respuestas más lentos y, en general, convertir tu vida en una autentica miseria.

La mayoría de los adultos necesitan entre 7 y 9 horas de sueño, pero es algo muy personal que debes descubrir por ti mismo. A algunas personas les encanta levantarse temprano, mientras que otras prefieren quedarse en la cama. Yo soy del primer grupo, suelo despertarme entre las 6’30 y las 7, así que me levanto y empiezo mi día con energía. Por otro lado, por la tarde-noche es mi momento más relajado y me gusta ir a dormir no más tarde de las 10 de la noche.

Averiguar tu cantidad adecuada de sueño es una de las mejores cosas que puedes hacer por ti mismo y luego ceñirte a ella. Quedarte con el teléfono en la cama navegando o leyendo después de la medianoche puede sonar divertido en el momento, pero lo pagarás al día siguiente. No es broma señores, las cosas cambian con la edad. Lo que estaba bien a mediados de los 20 años ya no es posible a mediados de los 30. Si no duermes lo suficiente, no solo no te sientes bien, sino que también se te nota en la cara (¡de ahí que lo llamen "sueño reparador"!).

La falta de un buen sueño nocturno se traducirá en ojeras, hinchazón, ojos cansados ​​y cambios en la tez de la piel. En el aspecto opuesto, una buena noche de sueño nos hará brillar, ayudando a que nuestra piel se regenere y se tense, iluminando nuestros ojos y, en general, haciéndonos lucir más felices y relajadas. Es una elección fácil, ¿no creéis?

2. Un tú feliz es un tú más productivo

Pero no todo es apariencia. Una buena noche de sueño y unos días de descanso regulares te harán estar más alerta, más concentrado y mejor preparado para afrontar lo que la vida te depare. Como os decía al inicio del post, ser capaz de concentrarse e ir completando tareas sin demoras y sin perder la concentración, es una gran ayuda que dará sus frutos en todo lo que hagas ya que se traducirá en mejores resultados y te permitirá tener más tiempo para ti y tu familia.

La felicidad es un aspecto que tiene un poderoso impacto en tu capacidad de concentración, de revolver problemas y ser creativo. Si te siente bien, es más probable que afrontes tus tareas con mayor entusiasmo y actitud positiva. Esto no solo es más agradable para ti, sino que también lo es para todos los que te rodean. Como madre, esposa o empleada, tu felicidad y tu actitud positiva levantaran el ánimo en tu hogar y en tu lugar de trabajo, haciendo que todo funcione mejor y que las personas que te rodean estén más motivadas.



3. El autocuidado fortalece tus relaciones

El hecho de querer cuidarse puede llegar a verse como algo egocéntrico, pero lo cierto es que afecta positivamente a los que te rodean. Si estas cansado, es más probable que estés irritable y de mal humor, enviando señales de “déjame en paz”. Si en cambio estás bien descansada sin duda serás una mejor madre, esposa y empleada o dueña de negocio. Tendrás más paciencia, comprensión y amor para dar. Tu cerebro estará en mejores condiciones para revolver cualquier problema o situación complicada que pueda surgir no solo para ti sino también para los demás. En resumen: serás más productiva en todos los sentidos de la palabra. Al invertir en tu descanso, estas invirtiendo en tu hogar, lugar de trabajo y relaciones.

Especialmente en casa, si tienes hijos pequeños, es muy importante estar en un buen estado mental, ya que ¡nuestros hijos son expertos en poner a prueba nuestros limites y nuestra paciencia!

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— Anna

Mereces descansar, sin necesidad de justificación
Una de las cosas más importante con respecto al autocuidado es saber reconocer que no es necesario justificarlo. El descanso es una necesidad básica, un derecho que tenemos como seres humanos. No es necesario que lo ganemos ni que demostremos que lo merecemos siendo “productivos” primero. Está bien que nos tomemos un descanso simplemente, porque nos apetece.

Aprender a descansar sin sentir culpa es una de las cosas más empoderadoras que una mujer puede hacer por sí misma. Así, también enseñas a las personas que te rodean a respetar tu necesidad de descansar. Si constantemente te estás quejando de que estás cansada y, sin embargo, sigues adelante, sirviendo a todos los que te rodean, esto se convertirá en una norma. Tu familia o tus compañeros de trabajo aprenderán a ignorar tus señales, y ni siquiera podrás culparlos porque ese es el ejemplo que tu les darás. Trátate como quieras que te traten los demás.

Al respetar y actuar en función de tu necesidad de descanso y relajación, das un ejemplo a los demás, demostrando que priorizas tu bienestar y que ellos también deberían respetarlo.

Y para terminar: Invierte en ti misma

El autocuidado se ha convertido en una palabra “de moda” en los últimos años, pero no solo eso, es una parte esencial de nuestro bienestar que conduce a una vida, plena, feliz y productiva.

En el momento en el que te tomas un tiempo para ti, te conviertes en la mejor madre, esposa, empleada, amiga (y cualquier otro rol que puedas estar cumpliendo) que puedas ser. Cuando tu taza esté llena, podrás derramar generosamente, compartiendo alegría, cuidado y amor con quienes te rodean.

El autocuidado es lo más productivo que puedes hacer. Dicen que el tiempo es dinero y, en este sentido, tu descanso es tu mejor inversión porque, si estás feliz y relajada, ¡moverás montañas!

Saludos,

Anna